Como eliminar metadatos de nuestros documentos

Los metadatos o metadata es información adicional asociada a documentos, imágenes, archivos…
Cada tipo de archivo puede llevar un determinado tipo de metadatos como pueden ser en el caso de documentos ofimáticos: organización, plantilla usada, número de páginas, software usado; en el caso de imágenes: ancho y alto de la imagen, resolución, modelo de cámara, ubicación gps, si se uso flash, apertura del objetivo; en el caso de vídeos: ancho y alto, duración, velocidad de datos, compresión de vídeo; y en el caso de páginas webs: autor, descripción, palabras clave, copyright, idioma, ubicación, robots…

Muchas veces los metadatos suponen un riesgo para la seguridad ya que a través de ellos se puede sacar bastante información útil debido a descuidos. Se podría obtener el nombre software y la versión con el que fue creado un documento, el sistema operativo que usa el creador del documento y hasta su nombre de usuario. También se podría obtener información útil de las imágenes que un usuario sube a sus redes sociales como las coordenadas GPS de donde se tomo la fotografía con lo cual se podría realizar el seguimiento de esa persona y saber por las zonas donde se mueve. Los metadatos también son útiles para ver si una imagen fue retocada… Si observamos en propiedades del archivo desde el explorador de Windows podemos ver la información guardada en los documentos como los autores, los usuarios que realizaron modificaciones…



Estos datos se pueden eliminar con el propio Office, ya que a partir de Microsoft Office 2007 se incluye una herramienta para poder borrar los metadatos de los documentos de Office.

Para ello abrimos el documento y en el menú “Archivo” elegimos “Inspeccionar documento”.



En la siguiente ventana que se nos desplegará podremos ver que tipos de datos encontró el inspector de documento.



Tan solo tenemos que darle al botón de “quitar todo” en la sección que queramos y por último guardamos el documento.

En resumen...
Los metadatos pueden llegar a ser muy peligrosos como en el polémico caso de Tony Blair cuando en el año 2003 (al comienzo de la guerra de Irak) presentó un documento en la cámara del gobierno británico, donde afirmaba que el documento había sido recibido del servicio de inteligencia de Estados Unidos.



Tras analizar el documento se descubrió que había sido alterado ya que en el documento se veía claramente que había sido modificado por varios usuarios.